Acompañado del Subsecretario de Educación Superior, Víctor Orellana, y del Superintendente de Educación Superior (SES), José Miguel Salazar, el administrador provisional de la Universidad de Aysén, Juan Pablo Prieto, tuvo su primer contacto oficial con la comunidad regional, a una semana de haber llegado a Coyhaique para asumir el control de la casa de estudios superiores.

Ante los medios locales, Prieto se refirió a sus primeras tareas en la Universidad, los resultados del reciente proceso de admisión y a cómo ha ido conformando el equipo que lo acompañará durante su gestión.

“Esta primera semana de ejercicio ha sido un espacio para sostener conversaciones con los distintos representantes de la comunidad, ronda que culminaré mañana con una reunión con los estudiantes. He tenido la oportunidad de explicarle a la comunidad el rol y el mandato que tiene el administrador provisional. Yo estoy acá por mandato expreso para poder recuperar las finanzas institucionales, darle equilibrio y poder establecer una plataforma de desarrollo para el futuro proyecto de esta institución. Es decir, lo que hace en este momento el gobierno es proveer recursos humanos que permitan tomar a la universidad, en la situación en que está y proyectarla en estos dos años de labor hacia un estado de equilibrio, que le permita concretar su proyecto y seguir aportando cada vez con más fuerza al desarrollo de esta región”, señaló el ex vicerrector de la Universidad de Talca.

Prieto precisó que hoy su trabajo en la Universidad de Aysén se puede entender dividido en dos etapas: “Un periodo corto para atender las contingencias y necesidades de la universidad y luego un periodo de instalación de tres meses, que nos permitirá desplegar un plan de recuperación, en conjunto con la comunidad. Después de eso vendrá el trabajo mismo de ese plan que serán los dos años restante de la administración provisional. Hoy estamos conociendo a la universidad, a las autoridades, conociendo a los equipos, a la comunidad, intercambiando miradas, describiendo adecuadamente el rol del administrador provisional. Es importante entender la presencia del administrador provisional como un recurso que busca dotar a la Universidad de mayores capacidades que le permitan poder equilibrar, no solo sus finanzas, sino también su gestión y sus proyecciones estratégicas”.

La nueva autoridad se mostró muy conforme con los resultados del proceso de admisión 2024. “La matrícula de este año está bien sólida, nos permite ratificar el cariño y la confianza que la comunidad tiene por esta universidad estatal. Veo a una comunidad muy comprometida en esta nueva etapa que la Universidad ha comenzado, y por su puesto esperamos relacionarnos de manera muy estrecha con el gobierno regional y las autoridades centrales, de manera de que podamos también conseguir su respaldo en esta tarea que es tan importante para la región”.

En esta materia, advirtió que existen importantes desafíos que superar para lograr avanzar en un mejor posicionamiento de la Universidad de Aysén en su comunidad: “Todavía hay que desplegar el carácter distintivo que tiene esta Universidad, de manera de poderla reconocer como tal. La Universidad de Aysén, en varias de sus carreras, tiene una denominación estándar, pero que tiene características muy específicas y especiales, que creo son muy convocantes para los jóvenes y ese es un esfuerzo que tenemos que hacer con los profesores y profesoras, para poder instalar ese sello distintivo en la comunidad”.

Un tema que preocupa entre los funcionarios y académicos de la casa de estudios es saber si sus sueldos podrán ser pagados íntegramente, debido a los problemas financieros que arrastra la institución. Al respecto, el administrador señaló que esa es la mayor preocupación que tiene en este momento. “Estamos trabajando, con mucha intensidad en asegurar el pago de remuneraciones y las deudas que mantiene la Universidad con sus funcionarios y académicos. Es un trabajo que estamos haciendo en conjunto con el Ministerio de Educación, de manera que esperamos, poder cumplir con esa prioridad”.   

Respecto a la situación de las actuales autoridades de la Universidad, Prieto detalló que han sido ratificadas en sus cargos, pero que ahora viene un período de evaluación. “La ley establece que una vez designado el administrador provisional se suspenden en sus funciones todas las autoridades directivas y los cuerpos colegiados de la universidad. Evidentemente eso, en el contexto de un cierre de año e inicio de un año académico nuevo, hace inviable la operación y por lo tanto para darle viabilidad a la operación y atender las contingencias se decidió autorizar el reintegro en sus funciones de las autoridades directivas y los cuerpos colegiados por un periodo de 90 días, de manera de que podamos hacer un trabajo conjunto y lograr que la universidad siga operando. Luego de ese periodo de tres meses, en la evaluación que hagamos de ese trabajo, vamos a definir cuál es la continuación de las autoridades”.

Finalmente, el administrador provisional dio cuenta de los primeros colaboradores que se han sumado a su equipo. “Hoy me acompaña Ismael Castro quien asumirá como secretario general, tras la renuncia de la persona que cumplía esa función; y Marco Vega, para ser parte del equipo de gestión de la universidad. De esta manera vamos instalando capacidades bien sustantivas para abordar la tarea y el mandato que esta administración provisional tiene”.

Apoyos de autoridades nacionales

El Subsecretario de Educación Superior, Víctor Orellana, señaló que “concurrimos con entusiasmo al nuevo período que comienza en la Universidad de Aysén, con el que esperamos se cimente un proyecto anhelado por la comunidad. Confiamos en el trabajo minucioso que está haciendo el administrador provisional y en que logrará fortalecer el proyecto educacional de este plantel creado para servir a la Región de Aysén”.

Por su parte, el Superintendencia de Educación Superior, José Miguel Salazar, destacó que la SES está apoyando con la presencia de recursos humanos instalados en la región para apoyar la gestión del administrador. 

Salazar recordó que el administrador provisional debe presentar antes de 60 días del inicio de sus funciones un plan de recuperación “que tiene que dar respuesta a los problemas detectados en nuestros informes de investigación. Por lo tanto el tema financiero, el tema organizativo, la oferta académica, el desarrollo del claustro de profesores, son temas gruesos sobre los cuales hay que ir pensando soluciones de largo plazo. El administrador provisional debe conseguir avances sustantivos que le permitan a la universidad, en el futuro cercano, su gestión autónoma. Pero para eso tenemos que recorrer un camino que comienza ahora”.